PROBIÓTICOS
vs. PREBIÓTICOS

Lo que te alimentas y a los millones de microorganismos que viven en tu intestino es la clave de tu salud.
Mantener tu microbiota sana y en equilibrio es la fórmula para sentirte mejor y más fuerte. Existen dos maneras para garantizar un buen equilibrio entre los microorganismos que pueblan nuestro intestino. Se puede favorecer el crecimiento de bacterias saludables que ya están en nuestro intestino con fibras vegetales especializadas, que actúan como fertilizantes: los prebióticos. Alternativamente se pueden agregar microbios vivos directamente a la población de microbios sanos en el intestino: los probióticos.

¿Qué son los prebióticos?

Son alimentos funcionales fermentados selectivamente por los microbios intestinales que permiten cambios específicos, tanto en la composición como en la actividad de la microbiota misma. Así los prebióticos confieren beneficios al bienestar y la salud del organismo humano.

En su mayoría son hidratos de carbono, especialmente oligosacáridos. Entre ellos, los oligosacáridos de frutas (conocidos como FOS) desempeñan un papel especialmente importante. Estudios científicos recientes han evidenciado también otras sustancias con efecto prebiótico, como los polifenoles (y entre ellos los taninos), las proteínas y los ácidos orgánicos.

Los prebióticos deben tener unas características fundamentales:

Recurso 1

No ser digeribles para llegar íntegros al intestino grueso

Recurso 2

No ser digeribles para llegar íntegros al intestino grueso

Recurso 3

Estimular selectivamente el crecimiento y/o el metabolismo de una o más especies bacterianas beneficiosas (bifidobacterias, lactobacilos)

Recurso 4

Inducir efectos positivos para la salud humana a nivel intestinal y para el organismo entero.

¿Qué función desempeñan los prebióticos?

Los prebióticos principalmente son destinados a nutrir las bacterias intestinales y así, favorecer el equilibrio de la microbiota intestinal, favoreciendo las cepas beneficiosas controlando el crecimiento de bacterias potencialmente patógenas . Mantener un balance entre los microorganismos intestinales garantiza a su vez un adecuado tránsito intestinal y la reducción de sensaciones de malestar, como la hinchazón.
Además, los prebióticos desempeñan un papel importante para producir fuentes de energía para nuestras células, como los ácidos grasos de cadena corta.

También muestran interesantes propiedades nutricionales en sujetos con diabetes y/o síndrome metabólico, obesidad y alergia.

¿Qué son los probióticos?

La palabra probiótico deriva de la fusión del prefijo latino “pro”, que significa “a favor de”, con el termino griego “bios”, que significa vida. Por lo tanto, probiótico significa “pro vida”. Se trata entonces de microorganismos vivos que, si se consumen cantidades adecuadas, aportan un beneficio para nuestra salud.

¿Cómo actúan los probióticos?

La primera función que tienen los probióticos es mantener el equilibrio de la microbiota intestinal, ya que su consumo permite instaurar un balance entre los microorganismos del intestino, beneficioso para nuestro organismo. Además, otros efectos beneficiosos incluyen la mejora del sistema inmunológico, y la regulación de la motilidad intestinal y los procesos digestivos, que a menudo resultan alterados por una mala alimentación.

Hay que tener en cuenta que hay varios tipos de bacterias prebióticas y cada cepa tiene un efecto y un beneficio específicos. Por eso, sería indicado elegir el probiótico en función de la afección que se quiera tratar.